"Y lo que Dios unió, que el hombre no lo separe" escuchó Indy en la iglesia.
No podía apartar la mirada de su querida Marion, que a pesar del tiempo todavía conservaba esa sonrisa noble y pícara.
Al lado, Mutt observaba lo que ocurría pero sin presentar mayor interés. Seguro que Henry Jones Sr. hubiera golpeado con su viejo paraguas a cualquiera que no mostrara respeto por la ceremonia que se llevaba a cabo.
En una de las primeras filas Harold Oxley susurra "¿Cuánto de la vida humana se malgasta en esperar?" a lo que el buen Jim Broadbent solo atina a responder asentando con la cabeza.
Indy y Marion se dan un beso, voltean hacia los invitados y muy felices empiezan a caminar en dirección a la puerta.
Una fuerte brisa entra por el pasillo y desprende del perchero el Fedora clásico de Indy. Mutt lo coge rápidamente y al mirarlo piensa "Tal vez..." pero sin darse cuenta su padre le ha arrebatado el sombrero de las manos.
Los recién casados se dirigen hacia el automóvil...
...
...
"¡Despierta Indy! ¡Despierta! ¡Despierta!" gritó Short Round.
Y tan rápido como el fuego consume la piel humana, Indiana Jones había despertado del Sueño de Kali.
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